Un 25 de noviembre de 2005 moría George Best, The Best, a causa de una vida repleta de abusos y alcoholismo. Su adicción no empañó el legado futbolístico del, probablemente, jugador británico con más talento.
George Best nacía en Belfast en 1946, en el seno de una familia
protestante norirlandesa. Buen estudiante, fue hasta premiado por sus
resultados académicos. Aunque a sus 11 años ya apuntaba lo que iba a ser el
resto de su vida. Empezó a beber, a
estudiar menos y a cambiar los libros por el rugby. Sin embargo sería el fútbol
lo que le daría la fama.
En 1961 se encontraba por Belfast Bob Bishop, ojeador del Manchester United. En los verdes campos norirlandeses vio a un chico de 15 años que desbordaba y regateaba con un talento sin igual. Inmediatamente le mandó un telegrama a Matt Busby, el entrenador de los diablos rojos al que se le encomendó la difícil tarea de reconstruir el equipo tras la tragedia aérea de Múnich en la que fallecieron ocho futbolistas del Manchester United. Aquel mensaje de Bishop decía “Creo que he encontrado un genio”. Dos años después, en 1963 y con 17 años firmaría por los diablos rojos.
En el Manchester United permanecería 11 años, hasta 1974, siendo la década de los 60 su época de mayor esplendor. Era un futbolista efectivo, físico, técnico… lo tenía todo. Con libertad de movimientos por todo el ataque, solía salir desde la derecha hacia el centro tras dribling, otro dribling, otro dribling… hasta el área. Buen golpeo, con ambas piernas, gran cabeceador, defensor cuando perdía el balón. Un estrella, “The Best”.
A su faceta balompédica se le unió la de celebridad. Best era más que un futbolista. Su aspecto físico le convirtió en un icono para miles de jóvenes británicas. Pelo largo y negro, patillas, ojos azules, sonrisa irresistible…llegó a recibir más de 10000 cartas semanales de sus fans. El joven que empezó siendo conocido como “Belfast boy” se convirtió en “el quinto Beatle” (el apodo se lo puso la prensa lusa tras el magnífico partido de cuartos de final de la Copa de Europa que disputaron Benfica y Manchester en 1966 en Lisboa y en el que Best marcó dos goles).
En 1965 y 1967 los diablos rojos consiguieron el doblete
ganando el título de liga y la Charity Shield. En 1968, tras derrotar al
todopoderoso Real Madrid en semifinales, llegó a la final de la Copa de Europa.
El rival era el Benfica de la Pantera Negra, Eusebio. El escenario, Wembley. El
desenlace, en la prórroga. El protagonista, como no, The Best. En un contraataque
Best condujo el balón hasta quedarse sólo delante del portero, lo regateó
dejándolo en el suelo y el de Belfast marcó a placer. El Manchester United se
convertía en Campeón de Europa.
Ese mismo año la revista France Football le otorgó a George Best el Balón de Oro declarándolo mejor futbolista del Mundo. Tras el cénit, el
declive. Fiestas, mujeres y alcohol protagonizaban su vida fuera de los
terrenos de juego. Esa faceta de su vida dio lugar a que hiciese declaraciones
como “Gasté un montón de dinero en alcohol, mujeres y autos. El resto
simplemente lo malgasté”, “Cada vez que entro en un sitio hay sesenta personas
que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no”, “Tenía una casa en la
costa, pero para ir a la playa había que pasar por delante de un bar. Nunca me
bañé” o “En 1969 dejé las mujeres y la
bebida, pero fueron los peores veinte minutos de mi vida” .
En 1974 el Manchester United no vivía un buen momento.
George Best decidió cambiar de aires y emprendió la glamurosa carrera americana
del soccer. Allí, en Estados Unidos, fichó por Los Angeles Aztecs y más tarde por Fort Lauderdale Strikers. Estuvo entre
EE.UU. y Escocia para volver a Inglaterra en equipos como el Fulham. Finalmente
acabó su carrera con 37 años en la tercera división inglesa. Detrás suya dejaba
más de 700 partidos y 254 goles.
Su alcoholismo le fue destruyendo poco a poco. En 2002 recibía un trasplante de hígado. El éxito de la operación de 10 horas lo celebró emborrachándose. No hay mucho más que decir. Poco a poco fue muriendo hasta que el 25 de noviembre de 2005 fallecía en Londres de una infección en el riñón. Poco antes de irse dijo “No mueran como yo”. Se iba aquel jugador de Belfast que nunca jugó una Copa del Mundo ni una Eurocopa pero que, como acertadamente dijo en otra de sus frases, “Cuando me vaya, la gente olvidará toda la basura y solo recordará el fútbol”
Autor de esta entrada: Dani Antón . Gestor cultural, documentalista histórico y bloguero.
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http://footballcitizens.com/2015/01/09/george-best-el-mito-de-belfast/
http://www.jotdown.es/2011/11/in-memoriam-george-best-el-genio-en-la-botella/
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http://www.abc.es/deportes/futbol/abci-george-best-resaca-quinto-beatle-201511250826_noticia.html
https://www.youtube.com/watch?v=LtPOBK74KCU
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