Un 24 de junio, día de San Juan, en la Florencia de Miguel
Ángel. La ciudad se engalana, los vecinos de los cuatro barrios sacan sus
mejores galas. Rudos hombres saltan a la arena de la Plaza de la Santa Croce a
defender los colores de su quartiere. Así, desde el siglo XVI hasta la
actualidad, en la ciudad del río Arno se juega al calcio, un deporte que hoy asemejaríamos
a una mezcla entre rugby y fútbol, pero que va más allá.
La ciudad de Florencia del cinquecento se dividía en cuatro
barrios. Cada uno correspondía a una parroquia, a una importante iglesia. Y en cada
uno de ellos un sentimiento identitario, de pertenencia y, por ende, de rivalidad con los
otros. Ésta se expresaba en una competición deportiva, el calcio fiorentino,
calcio “in costume” (con traje), calcio “in livrea” (con librea) o, como
también se le conoce hoy, calcio storico.
Plaza del Santo Croce preparada para el Torneo de San Giovanni |
Lance del calcio |
Durante las fiestas de San Juan Evangelista, aquellos cuatro equipos se disputaban el honor jugando la competición del calcio. Era uno de las decenas de eventos que se realizaban para festejar al Santo Patrón, sirviendo además de entrenamiento para los jóvenes florentinos en un momento de rivalidades entre bandos o entre repúblicas. Exactamente igual que fue el harpastum romano del que se cree que deriva.
Desfile previo |
Desfile previo |
Desfiles con tambores y estandartes llevaban en procesión a sus jugadores hasta la plaza del Santo Croce, dónde un rectángulo de arena delimitado por cuerdas se iba a convertir en el terreno de batalla. Allí, ocho árbitros (un árbitro principal, seis jueces de línea y un maestro de campo) velaban para que se cumpliesen las reglas que el conde florentino Giovanni de Bardi oficializó en 1580 publicándolas.
Lance del calcio |
Uno de los árbitros |
Documental sobre el calcio storico (subtítulos en inglés)
Y hoy también. El calcio storico o fiorentino es más que un
acontecimiento deportivo, es la defensa del orgullo de pertenecer a una u otra
comunidad y de una historia común. Desde principios del siglo XVI hasta 1739 se
estuvo disputando la competición ininterrumpidamente, hasta que cayó en el
olvido a mediados del siglo XVIII. En 1930 se retomó la tradición y hoy en día
es todo un espectáculo que te hace viajar al Renacimiento italiano. La
brutalidad y violencia (con auténticas escenas pugilísticas) de los partidos se combinan con el honor y el respeto
por una tradición. Cada barrio anima a sus “guerreros” con fervor y pasión. Un espectáculo
físico y visual que nos permite disfrutar de la combinación perfecta entre
deporte e historia. Eso es el calcio storico.
Final 2015
Autor de esta entrada: Dani Antón . Gestor cultural, documentalista histórico y bloguero.
Twitter: @DaniAnton // Linkedin Fuentes:
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