Si el actual Wembley es un estadio imponente, el viejo no lo era menos, era la catedral del deporte británico por excelencia, el fútbol. Simplemente hay que recordar su nombre original, el "Estadio del Imperio". No era un simple recinto deportivo, era el icono deportivo de un país. Los más grandes acontecimientos tenían lugar en Wembley. Recordemos aquel "viejo Wembley".
1932
Tanto el viejo como el nuevo Wembley se levantaron en el mismo sitio, en Wembley Park, Londres. Esta zona, ya por 1880, poseía campos de fútbol y criquet, pistas de atletismo y espacios para la práctica de otros deportes. Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, el gobierno inglés decidió organizar la Exposición Universal del Imperio Británico siendo el estadio la principal atracción y joya de la corona. Fueron 300 días de trabajo y un coste de 750.000 Libras Esterlinas. Lo más identificativo del diseño serían dos torres victorianas gemelas que flanqueaban la entrada principal.
Construcción de las torres
Trabajadores preparando el césped, 1923
Aunque la exposición no se celebraría hasta 1924, el estadio se inauguró un año antes, el 28 de abril de 1923. El motivo fue la final de la FA Cup entre el Bolton Wanderers y el West Ham United. Ya este primer partido en "la Catedral" estaba lleno de magia. La capacidad del estadio era de 127.000 personas, sin embargo se estima que aquel día llegaron a entrar hasta 300.000 (al menos eso dice la leyenda). Lo cierto es que el partido estuvo a punto de ser suspendido cuando la multitud de espectadores invadieron el terreno de juego. Todo era un desorden hasta que apareció un policía llamado George Scorey montando un caballo blanco llamado "Billy". Él y su corcel condujeron a las masas hasta las gradas, restableciéndose el orden y pudiéndose disputar el partido que pasaría a la historia como The White Horse Final (la final del caballo blanco). Un estadio como éste en un país como Inglaterra no podía inaugurarse de otro modo. Para añadirle más salsa a la leyenda, aquel día, el rey Jorge V (máxima autoridad de la Iglesia Anglicana) bendijo el césped, siendo Wembley el primer estadio de la historia con su hierba bendecida. Por cierto, el partido acabó con victoria del Bolton 2-0 sobre el West Ham United.
Final de FA Cup, 1923
Final de FA Cup, 1923
George Scorey en su caballo blanco Billy
Desde aquel día el estadio de Wembley era un lugar diferente, lleno de magia. Todo futbolista quería subir los 39 escalones que separaban el terreno de juego del palco, el Royal Box. Allí, los ganadores de las múltiples finales que se disputaron en Wembley, recogían su trofeo. Subir esos 39 escalones era como si te arrodillases ante el rey y con los tres toque de espada te nombrase caballero. Recuerden, estamos en la Gran Bretaña.
Royal Box
Jugadores del Aston Vila tras recoger la copa de la FA Cup, 1957
Vestuarios, 1948
Todos recordamos que fue sede de los Juegos Olímpicos de Londres de 1948, final del Mundial de Fútbol de 1966 (el que ganó Inglaterra que aquel famoso gol fantasma de Geoffrey Hurst) así como finales de Copas de Europa y de la Champions League. Pero el viejo Wembley fue mucho más, sobretodo para los ingleses. Todo lo que allí se celebraba era un acontecimiento nacional además de ser la "casa" de la selección inglesa.
FA Cup, 1926
1941
1944
1947
Proyecto de techar todo el estadio, 1961
Estadio techado
En 2000 se decidió derribar el estadio y crear uno nuevo sobre sus cenizas cual Ave Fénix. En 2003 se inició la demolición y en 2007 se inauguró el imponente nuevo Wembley.
FA Cup 1925
El viejo Wembley visto desde el Zeppelin Graft. FA Cup 1027
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